Tengo que admitir que la primera impresión que tuve de Delft me decepcionó mucho. Cuando salí de la estación de trenes lo primero que vi fueron unos viejos edificios abandonados y en ruinas. Pero el que mas me llamó la atención fue uno que estaba pintado enteramente de azul y con algunas franjas blancas donde se podían leer en varios idiomas despedidas. Lo primero que me vino a la mente... "bueno, es una manera interesante de despedir a la gente." Y pues si, durante mi primer mes, eso se mantuvo así. Un edificio despidiendo a la gente que salía de Delft. Para mi sorpresa, ese no era el caso. A esos edificios les esperaba un final un tanto triste. Apenas la semana pasada, y a la mirada tanto nostálgica cómo de incredulidad por parte de los habitantes de Delft, los edificios comenzaron a ser demolidos. Poco a poco, y era en verdad impresionante, parecía que se resistían y que la gente observando les daba aún mas fuerza. Despertó algo en mi, no sé... me sentí parte de esos edificios y sentí una pena y una tristeza enormes.
Les dejo unas imágenes... es todo lo que pude hacer para evitar que esos monumentos sean olvidados





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